lunes, agosto 10, 2009

The season 2 finale

No puedo prometer que nunca vaya a volver, porque ya lo hice una vez y perdí la apuesta conmigo misma.


...pero, hoy por hoy, soy sólo una gatita de terciopelo.




Nos vemos en los sueños.

Los adoro.

miércoles, julio 08, 2009

Mariposo pontiac

Cuando Jack leyó Mariposa Pontiac no pudo aguantarse las ganas de mandarme su versión de los hechos. Y porque los quiero tanto (a pesar de que ya casi ninguno me deja comentarios), la comparto con ustedes, así de cruda como él me la mandó.








Un dia de miercoles que no terminaba nunca...
Propuesta pospuesta, que no se iba a dar, juntando bronca y ganas de que se termine el dia.


Tarde en la noche llega mensaje:
Ella: "Termine con lo que estaba haciendo...Estoy antojada, queres venir?"
Yo: "No da...tengo poco tiempo y ni me pude bañar...no habia agua caliente en casa..."
Ella: "No importa, te bañas en el telo"


Ante semejante respuesta no pude resistir: "Salgo para alla"
Era la oportunidad de cambiar el dia...y...quien sabe?
"Careta o sin careta?", preguntaste.


"Careta", dije, me gusta esperar...cuando esperas es mejor...vos lo sabes.


Nos encontramos en un bar extraño que vos propusiste, camarera vestida para matar, estilo fetiche aun si querer serlo....
Te lo dije, te gusto y me gusto.
No nos habiamos visto antes, no sabia tu nombre, vos apenas sabias el mio.
Pude ver tu cuerpo por primera vez en ese vestido ajutado, con tus botas y tu encendedor loco.
Apuramos la charla y dos litros de cerveza helada mientras fumabas mis cigarrillos y fingiamos que estabamos ahi para otra cosa.
Sabiamos que estabamos ahi para otra cosa...


Te robe un beso mientras descubria tus ojos verdes.
Te senti caliente.
Perseguimos a la moza para poder irnos rapido, teniamos ganas de tocarnos pero haciamos como que no.
Deje que me lleves donde vos quisieras.
Habiamos charlado de nuestros gustos, nos sabiamos de mente abierta...
-Me tengo que bañar, te alerte.


-No importa, mientras te bañas fumo un porro, avisaste.
Me desnude, te tire sobre la cama, te roce, te toque apenas y te oli. Que bien que olias.


Te deje, abri la ducha y me meti.
Te vi fumar mientras el agua caliente recorria mi piel, vos bailabas y fumabas haciendote la que no me mirabas.
Mi pija parada ardia de deseo parada bajo el agua viendote.
-Todavia tengo la ropa, quiero ir a la ducha con vos, dijiste.
-No te la voy a sacar yo, desnudate y veni, te dije.
Entraste a la ducha, deje que te mojaras y que el agua corriera por tu cuerpo desnudo.
Te puse contra la pared y baje hasta tu concha mojada por la ducha y por tus jugos. Te sentia en llamas.
No sabia tu nombre, apenas habia apoyado mis labios y mi lengua en tu boca.


Pero ya estaba ahi arrodillado a tus pies lamiendo y succionando tu sexo.
Sabia que te encantaba que fuera asi, un juego perverso donde los roles, los momentos y las identidades se confunden.


Senti como temblabas y gemias.
Deje de chuparte solo para ver como lo hacias vos.
Queria verte de rodillas saboreando mi pija.
Cuantos juegos se me ocurrian.
No ibamos a tener tiempo.
No importaba.
Te lleve a la cama casi sin dejar que te secaras.
Meti mi cabeza entre tus piernas y me dedique a hacerte gozar, mientras yo disfrutaba de tus jugos y de tus temblores.
Pude sentir como acababas una y otra vez en mi boca.
Perdi la cuenta.
Te deje fumar un porro mientras te comia la concha.
Me contaste cosas mientras yo disfrutaba de vos, me hablaste de este blog.
Te excito contarme de el. Sabia que querias contarme mas cosas, pero iba a ser en otra ocasion.


Te di vuelta, te puse en cuatro y baje mi boca a tu culo.
Que rico estaba, se abria ante mi lengua.
Apoye la punta de mi pija en la puerta de tu culo hambriento.
-Dejame a mi, dijiste.
Y de poco me fuiste metiendo.


Despacio primero, hasta que te gano la calentura y tu culo se abrio como una boca ansiosa de un beso.
Te veia entregada y mi pija embatia contra tu culo una y otra vez.
Sentia los orgamos en el culo, estabas tan excitada que te golpeabas la cabeza contra la pared y gritabas sin contenerte.


Despues sali y te deje hacer.
Deje que me domines.
Sabia que ese juego te iba a gustar y no me equivoque.
Te subiste encima, clavaste mi pija dentro y no me dejabas moverme.
-Shhh...portate bien, me decias.
Y me inmovilizabas.
Y yo me dejaba.


La pija explotaba adentro tuyo.
Mi respiracion se entrecortaba.
Me dejaba llevar en ese juego de poder hasta donde vos quisieras.
Estaba dispuesto a llegar al final.
Me diste vuelta con fuerza y metiste mis huevos en tu boca mientras me hacias una paja.
Yo queria agarrarte y no me dejabas.
Me pusiste en cuatro y pude sentir como era tu lengua ahora la que dibujaba circulos en mi culo.
Tu saliva chorreaba y tus dedos se metian en mi.
Me aplastabas contra la cama para que no pudiera hacer nada.
Te cedi el control y te gusto tenerlo.
Cuando no aguantamos mas nos pusimos cara a cara y nos cogimos fuerte.


Duro.
Como a vos te gusta.
Seguias acabando una y otra vez y yo lo disfrutaba.
Hasta que no aguante mas y explote en tus piernas.
Mi leche se derramos en vos abundante y caliente.
Quedamos sin aire, extenuados, casi sin fuerza para hablarnos.
Al poco rato nos despedimos, con la promesa de repetir y con nuestra imaginación pergeñando nuevas formas de hacernos disfrutar.
Nuestras fantasias se unen y nos van a llevar mas alla y los dos lo sabemos.
Porque sabemos lo que nos gusta...Y vamos a ir por mas.




Porte says: Y fuimos por más... por muchas más.

lunes, julio 06, 2009

El maravilloso mundo de Jack

Los dioses paganos del vino y la lujuria, mi maestro Sade y protector, acaso el mismo Diablo a quien estoy segura que le caigo en simpatía, o quizás simplemente todos ellos al unísono han decidido enviarme un regalo en forma de hombre. Un ángel rojo, un demonio blanco, un sueño hecho carne se ha hecho su lugar en mi vida. Y yo no puedo sentir sino gratitud.

Me creo protegida por deidades y diablillos indiferenciables y propios, que se divierten viéndome vivir, soñar, coger y pensar. Dioses y demonios de folklores olvidados que llevaban lustros sin novedades han encontrado un nuevo entretenimiento en observarme reaccionar ante sus señales, sus trampas y sus regalos. No me siento pieza de ajedrez, sino más bien ratita de laboratorio, objeto de estudio, entretenimiento divino e infernal, no apto para toda la familia.

Mis dioses diabólicos habían elegido un abanico mitad olvidable y mitad satisfactorio para mi vida sensual en estos últimos meses. Estaba condenada a no encontrar novedades. Me sumergieron en una realidad eróticamente normalizada, sin felices coincidencias ni hallazgos de tesoro hundido. Hoy creo que habían decidido puerilizar a ese grado mi vida erótica para que su último regalo me cayera absolutamente desprevenida y sin expectativas. Y qué buena idea que fue.

Su nombre es Jack. Como el pirata Sparrow, como DiCaprio en el Titanic, como el delicioso whiskey Daniel's, Jack llegó a mi vida en una curva peligrosa y sin poner luces de giro. Lo que se diría una entrada con estilo. Buscábamos lo mismo en el mismo momento y en el mismo lugar, y fuimos astutos como para reconocernos entre una virtual multitud. El primer cruce de miradas auspiciado por webcam obró de piedra fundacional de una relación clara, sencilla, y 100% erótica. Nos vimos, nos gustamos, nos quisimos encontrar. Las agendas modernas dejan poco tiempo para el placer, pero ambos hicimos el esfuerzo y aquel miércoles nos encontramos en ese bar. El resto ya lo escribí.

Desde entonces, he alcanzado la felicidad sexual. Jack no es un chongo. Jack es mi primer amante. Porque a nuestra relación es imposible ponerle otra palabra. Y no es que nos dediquemos sólamente a coger. Es que toda mi vida, y toda la suya, pasa ante los ojos del otro como factores eróticos. Me hipnotizan sus ojos azul profundo, que brillan como dos zafiros deslumbrantes, pero también me derrite que podamos discutir Foucault. Él tiene devoción por mi clítoris, pero también le excita escucharme tocar el piano. Mi vida a través del espejo de Jack se vuelve un baile sensual,donde todo erotiza y se vuelve sexy. Y lo mismo sucede con la suya cuando mi perfume le acaricia los sentidos.

Años hace desde la última vez que un hombre pudo hacerme feliz con orgasmos. Y la mejor noticia es que todo esto es mutuo. Porque yo noto, siento y escucho su placer, su ansiedad, su devoción a mi cuerpo y a mi goce. Así es como se ha ganado algo casi tan difícil como mi corazón: mi confianza. Jack es un hombre malo que me adora. Un perverso delicioso. Un criminal con menú de coartadas. Un jonkie adicto a la droga que gotea entre mis piernas. Un goloso que se relame al leer la oración anterior. Un vicioso, pervertido, inteligente y exquisitamente comestible especimen masculino. Un vicio.

Jack es el co-protagonista perfecto de este blog.

Tan perfecto que hasta yo dudo de si es real.

sábado, julio 04, 2009

Mariposa Pontiac

Sabíamos que las presentaciones formales y los modales sociales nos sobraban, pero decidimos guardar las formas durante alguna hora para aparentar normalidad. Un poco de careta propia y ajena dibujada en los pocos rostros que nos acompañaban en el bar me divertía y anticipaba una noche de miércoles memorable. Reconociste el verde en mis ojos sin antifaz y te alegró la buena noticia. Yo me encargaba de tragar cerveza sin haber cenado; había que apalear esos dos litros cuanto antes porque la calentura me arañaba la ansiedad y me secaba la garganta. Cumpliendo con tu papel me acompañabas empinando el codo y robándome algún beso incontenible. Besabas bien y quise irme de ahí.

Decidí hacerte especial para mí, llevándote donde no había ido nunca. Me antojabas y quería saciarme, disfrutarte y abandonarte, sin intenciones de volverte a ver.

Pero cuando entramos a la habitación la rueda del deseo comenzó a girar a 200km por hora...




Tenías que bañarte y sin tiempo para detenerte me arrojaste sobre la cama, como una muestra gratis y breve de tus intenciones. Sin resistencia volviste a levantarte de mi cuerpo vestido para desnudar el tuyo y abrir la canilla de agua caliente. Yo tenía cosas más importantes que hacer, así que saqué de las profundidades de mi cartera mi latita de caramelos ingleses que guarda felicidad en hebras verdes. Yo fumaba, vos te desvestías, y la ducha sudaba vapor. Acerqué el porro a tus labios desnudos y fumaste de mis manos como una paloma confianzuda y desprotegida. Tu erección brillaba, luminosa entre nosotros, hasta que te dirigiste al vapor que inundaba la habitación. Me dediqué a contemplar tu cuerpo forjado por un maestro del buen gusto mientras el humo dulce y el vapor entraban a mis pulmones. Te observé disfrutar del agua hirviendo que golpeaba contra tus hombros, tu cabeza y tu sexo aún y por siempre erecto. ¿Puedo acompañarte? Claro que sí, permitiste. Dos segundos después me tenías desnuda y fumada en la puerta de la ducha. Ansioso, desesperado, no soportaste la visión impólumne, y te arrodillaste bajo la cascada hirviente para devorar mi sexo.

Fue el mejor comienzo que podías darme.


Porque entonces mis rodillas se doblaron, mi boca dejó escapar un aullido y mi mano derecha te sacudió el pelo, empapado, mientras la izquierda sostenía aún la droga. Con el centímetro de conciencia que me quedaba atiné a colocar el cigarrillo sobre una columna, y me desplomé dentro de la ducha. El agua quemaba, hervía, y el vapor sofocaba mientras me dominabas bajo la catarata ardiente. Te arrinconé contra la pared para devolverte todo lo que me habías dado: ahora yo era la arrodillada, la que recibía en su espalda los latigazos del agua hirviendo y la que se devoraba tu sexo. Ingenua, creía que ya estabas jugado. Pero tu devoción a mi clítoris era mayor de la que jamás hubiera soñado. Nuevamente me obligaste a entregártelo, a levantarme arrinconarme y abrir las piernas para que volvieras a tu lugar favorito en el mundo. Nunca había estado con un hombre que goce tanto de realizar sexo oral. Nunca me hizo tan feliz.


Salir de la ducha fue entrar a una habitación fría e indiferente. El vapor me había acostumbrado el cuerpo a su temperatura infernal, y volver a la Tierra me trajo piel de gallina, tiriteos y temblores. Nos secamos y me metí como pude en la cama, intentando cubrirme, temblando de frío como una enferma febril por tu culpa y tu talento de volverme un cuerpo a tu disposición.


"No te secaste bien", observé tiritanto, a la par que tu cabeza volvía a dirigirse, golosa, a mi entrepierna. "¿Importa?" respondiste pícaro, goloso, inteligente. Y volviste a pasear tu lengua por los rincones de mi sexo hinchado, degustando cada milímetro. Nunca había sentido tanto frío y tanto calor juntos. Mi piel se erizó como un cactus de seda blanca y parí un aullido profundo con cada orgasmo. Retomé la marihuana y vos seguías sumergido; feliz, cumplí el sueño de fumar y ser fumada a la vez.


El cielo brillaba oscuro bajo la luna menguante, pero nosotros nos rompimos en una tormenta de piel. Te devoré y me devoraste sin pausas y sin cortes, desatados de todo mundo exterior, concentrados únicamente en generar y recibir placer, en disfrutarnos y gozarnos hasta la última gota. Sé que te gustó tanto como a mí. Tu cara se desfiguraba bajo mis besos y mordiscos, tu cuerpo se movía completamente ajeno a tu voluntad. No podías controlarlo, no a todo. No había pensamientos ni raciocinio; sólo impulsos, deseos, sexo violento, ardiente y longevo. Perdí la cuenta de las horas que pasamos en esa habitación, cogiendo como si nada más importase, como si el mundo se terminara mañana. Años han pasado desde la última vez que un hombre llegó a tu mérito. Había olvidado lo perfecto que, a veces, puede ser el sexo. Es fusión, sincronización absoluta entre dos cuerpos y dos voluntades; entre dos genitales, cuatro manos, cuatro piernas, veinte dedos. El antiguo y abandonado orgasmo entero volvió a inundarme el cuerpo gracias a vos. Por primera vez en mucho tiempo no cogí, sino que fui cogida. Me cogieron. Me cogiste. Y me encantó.





Llegué a esa cita sin intenciones de repetirla.
Pero ahora no puedo esperar para que llegue el día de la próxima.

miércoles, julio 01, 2009

Finalmente

Tengo una historia con sabor a rockanroll que contar.

Se llama "Mariposa pontiac".




Mañana se las cuento. Promesa.

martes, junio 23, 2009

Próximo estreno

Ya llega. Les juro.

En cualquier momento se viene un post.

Pero, créanme: escribir un año y medio sobre sexo sin repetirse es muy difícil. Creo que necesito menos trabajo de campo y más sistematización de la información.

En serio. Es difícil. Porque, piensen: de verdad, ¿cuántas metáforas podés tener para el hermoso acto erótico? ¿Sexo? ¿Coger? ¿Intercambiar fluidos, olores, gemidos? ¿Devorarse? ¿Explorarse los más íntimos rincones? ¿Garchar? ¿Follar? ¿Joder? ¿Entregarse a los impulsos eróticos y venusianos? ¿Descubrir su intimidad? ¿Descubrir la propia? ¿Ser inevitablemente disparado por un estallido incontrolable de fuerza irresistible? ¿Comerse a besos? ¿Soltar las amarras y abandonarse a caer por al borda del deseo? ¿Hacer el amor?...

No quiero repetirme. Confío en mi capacidad y en la sexualidad humana. El mundo erótico es tan inmensamente inabarcable que tiene que haber incontables formas de escribir sobre él. Pero la vida florece, las actividades chupan tiempo, energía y concentración; ya no es tan fácil sentarse a escribir tranquila como antes. Ni tampoco lo es leer.

Pero, en serio.

Se viene.

En cualquier momento se viene un post.

lunes, junio 15, 2009

El peronismo porno en SMS

Porte
Perón cumple, Evita dignifica.

Chongo federal

A mi nena de ahora le acabo de estrenar la cola y no para de pedirme que se la haga... Ahora voy porque trague. Eso es peronismo. (12.29)

Porte
Mi nuevo chico no me quiere hacer la cola, gordo...

Chongo federal
Si sigue así hace la revolución y me casa... Es tan aplicada :) (12.40)

Porte
Diseñale un primer plan quinquenal...
me da mucha envidia que te tenga tan a disposición.

Chongo federal
No, cuando te vea tb te voy a hacer la cola
y después tragar hasta la última gota cariño. (12.50)

Porte
Daaale... extraño nuestra época dorada del 46 al 49.
Por vos me trago lo que quieras, gordo...

Chongo federal
Pero cuando viniste no...
Me debés un buen pete peronista. (13.01)

Porte
Porque nunca lo hice pero ahora quiero tener mi 1ra vez con vos.

Chongo federal
Sos muy inteligente :)
Sólo por eso te voy a permitirte tenerme bien al fondo de tu garganta
y alimentarte de mí todo un finde... (13.08)

Porte
Y cuándo?

Chongo federal
En breve...
Mientras podés mandarme algunas fotos interesantes... (15.00)

Porte
No tengo quién me las saque, bebé.

Chongo federal
La web cam o el celu pueden ayudar...
Y por qué no quiere cola este muchacho? (15.18)

Porte
No sé, creo que nunca lo hizo.
Yo también mirá el que me vengo a buscar...

Chongo federal
Jajaja!! Increíble!!
Pero se la ofreciste ? (16.19)

Porte
Obvio bebé, te olvidaste con quién estás hablando?

Chongo federal
Frase textual?

Porte
No pero creeme que no había lugar para malinterpretaciones...

Chongo federal
Jajaja!! Vos los asustás!! Jajaja!!!
Conmigo vas a pedir que por favor pare... lo sabés...

Porte
Bebé, vos vas a ser el que me pida por favor que te deje respirar...

Chongo federal
Lindo desafío.
Tu juventud hermosa y mi experiencia ineludible :)
Quiero que escribas sobre esta charla y un futuro encuentro...
Que hables sobre como vas a tragar pero quedando un poco sumisa por una vez :) (16.30)

Porte
A vos te calienta tanto cogerme como leer que me cogés, no?

Chongo federal
Depende...
Cuando te ponés mucho en dominante no tanto...
Yo sé que no sos tan así.

Porte
Con vos no, porque sos de los pocos
que logran dominarme a mí y te disfruto.

Chongo federal
Je je je muy bien...
Nos vamos entendiendo...
Espero tu relato linda. (17.03)

Porte
Querés que postee esta charla tal cual?

Chongo federal
Dale...
Y otro día una con el encuentro donde tragas por primera vez
si te animás...

Porte
Si me jurás que no tenés nada te trago todas las veces que aguantes.

Chongo federal
Acabo de hacerme un HIV hace quince días por mi nena...
Pero no me chamuyes que es estreno :) (18.26)

Porte
Es q ese es el ppal motivo x el q no lo he hecho,
pero no dudo q me va a encantar...

Chongo federal
Sin dudas, y te voy a hacer necesitar...
Espero tus relatos para tocarme.

Porte
Hace horas q estamos hablando de lo lindo q me vas a hacer la cola
y como te voy a tragar todo, todavía no tenés ganas de tocarte?

Chongo federal
Sí. Pero confío en tu pluma... Y en tus fotos.
Sino es puro chamuyo.

Porte
Si no te mando fotos o si no escribo?

Chongo federal
Ambas...
Y te voy a llamar también para escucharte decirlo. (18.35)

Porte
Bueno pero mandame un msj antes,
no sea cosa q esté con otro y me interrumpas.

Chongo federal
De última me lo pasás y lo convenzo de que te haga la cola...
Pero no tragues, yo merezco ser el que te bautice...

Porte
Tranquilo, te reservo el privilegio.
Pero no quiero reservar en vano.

Chongo federal
Muy bien... Nada es en vano...
Y el privilegio es tuyo ;) (18.57)

Porte
Te diste cuenta q estuvimos mensajeandonos porno todo el día?

Chongo federal
Sí, y me encanta. Viva Perón carajo!
(19.54)

viernes, mayo 29, 2009

El legendario



Sueño que posteo un sueño donde posteo y te encuentro en las escaleras de Escher que me mostraste por vez primera, con un sombrero de copa y yo uno de hongo bajás y yo subo te encuentro en el centro y cambiamos los dos al unísono de silencios entre estrofas. Sueño que soy rubia y los aros de plata que cuelgan de mis lóbulos te encandilan el reencuentro que quisiera y que será. Ojos almendra y saco gastado verde, siempre igual a vos, me leés y yo te sigo, te fusiono y te obligo a memorar porque el pasado hoy es presente en mi sueño laberíntico y caliente, donde tu guitarra inunda la noche del Barrio Gótico y corro hasta encontrarte tocando en las escalinatas de la catedral, Barcelona se pinta de espejo reflejando tus estrellas pentagramadas en las seis cuerdas que sueño vuelvo a oirte tocar. Sueño signos de pregunta que te envuelven y me desgarran por no saber quitarlos fuera de nosotros que no existimos aunque camino con Bob Gadling a mi lado por nublados adoquines de Morfeo, donde hoy vive yo respiro y tengo frío porque en el recuerdo aún te quiero. Yo no sé si soy Teresa y vos Tomás pero la insoportable levedad me eleva cuando pienso que no te espero y que no está. Los meses y los años deshojan astromelias de tu ausencia y mi insistencia en no olvidarte. En quererte y recordarte porque sin saberlo aún me inspiras. Me enriedo en mi propia tela de araña celosa que te sabe con otra y te desea. Los amores pasan y tu leyenda vive. Siempre serás mío, Rey del Peloponeso. Siempre tendré tu sueño.

miércoles, mayo 27, 2009

Do I move you?

Mirás la hora. 00:16hs. Casi perfecto, sólo 16 minutos tarde, tiempo más que aceptable. Te mirás en el portero eléctrico y te acomodás el pelo. Un poco desprolijo, así, bien. Cool. Tocás el 9no "C". Esperás. Una voz de cobre responde ¿Quién es? -Yo, Marcelo... Esperás. kjjjjjjjjjjjj. La chichara te invita a pasar. Cruzás miradas con el portero, que te mide entre vigilante y pícaro. Buenas noches -Buenas noches. Subís al ascensor, y apretás el 9.

Te mirás de nuevo. El saco negro, pesado, te da calor. Te lo desabrochás y te sacás la bufanda. Te acomodás de nuevo el pelo. La botella de vino que tenés en la mano dificulta los arreglos coquetos de último momento. Y el ascensor se frena.

Salís al pasillo desconocido. ¿Derecha o izquierda? Izquierda. La puerta del fondo tiene algo que te llama la atención. Caminás y enfocás la vista. Es una hoja de cuaderno, arrancada, con el borde despelachado, apurado. Escrito en birome negra cursiva, se lee Entrá, sentate y relajate. Intrigado, obdecés. Está abierto.

Es la primera vez que vas a su departamento. No sabés muy bien qué pensar. Está oscuro, pero una luz azul tenue decora el ambiente. Avanzás por el pasillo que da al livin. Dejás el abrigo y la bufanda sobre un perchero, y la botella sobre una mesa de roble. Mirás a tu al rededor y encontrás tu destino. Un hermoso sillón negro, de cuero, una plaza, te espera. A su lado, una mesita ratona te convida una copa de vino, y un porro sin prender. Te sonreís y te preguntarás dónde está. Te sentás. Y te relajás. El sillón es genial.

Le das unos besos a la copa. Muy rico vino, fuerte, travieso. Tenés tu fiel Zippo en el bolsillo. ¿Por qué no?... Prendés el porro... una delicia. Sabe a cosecha casera, de armario, de manos femeninas, jardineras y fumonas que cuidan a sus plantitas como hijas. Exhalás. Sonreís.

Y le das play.





La música viene de otra habitación.
Sonreís.
Estás en sus manos.
Entendés el juego.
Te quedás donde estás, tranquilo.
Dándole otra pitada, tomando algo de vino.
Y aparece ella.
Saco de hombre y corbata, camisa blanca, sombrero de copa y minifalda negra.
Sus finas piernas terminan en los zapatos más exquisitos del fetiche.
Gacela, se extiende sobre el borde de la puerta.
Espera que la mires.
La mirás.
Y tomás otro trago de vino, flechándole la mirada
por encima de la copa.
Ella se acerca.
Vos te excitás.
Esto recién comienza,
y lo sabés...

Desfila ante tus ojos, meneando el ritmo.
Su cadera parece un pentagrama.
Te da la espalda, y comienza
a mover el culo.
Sus manos recorrer el cuello del saco,
seduciéndolo,
acariciándolo,
tirándolo.
La camisa transparenta
el corpiño negro,
y ella sigue bailando.
Gira para verte.
Tu clavada sonrisa no la intimida;
excitarte es algo serio.
Y mientras menea el culo,
te clava los ojos.
Te está midiendo, ¿sabés?
Quiere ver si estás a la altura
de las circunstancias.
Le sostenés la mirada,
mostrándole los dientes,
mientras le das otra pitada al porro que ya te tiene tan loco
como ella.











Y comienza a desabrocharse los botones.
De abajo hacia arriba.
Y sentís cómo tu sexo se endurece
engorda, fortalece,
sin fatiga.
Su ombligo brilla con una estrella
como piercing.
Su cintura, diminuta,
curva como la autopista más peligrosa
del deseo.
La camisa cae
al piso,
y ella se acerca más.
No te pongas nervioso, lindo.
Todo menos ponerte nervioso.
Disfrutala.
Mirala.
Mirá qué lindo como la corbata de seda descansa
entre sus tetas.
Mirá cómo gira para que aprecies la lencería
bajo la diminuta minifalda,
sobre el culo más perfecto
de Palermo.

Las piernas separadas,
los brazos en alto,
y el sombrero de copa que la corona
reina de la erótica porteña.
Y empieza,
con paciencia,
a bajar el cierre de
la minifalda.
Difícilmente puedas seguir conteniéndote...

Pero ella lo sabe.
No te mira
pero lo sabe.
Sabe que toda tu atención
está nublada por el esfuerzo
de mantenerte quieto,
de no saltarle en cima,
de no arrancarle el sombrero
y destrozarla con tus besos.
Por eso se aleja
un poquito,
y se agacha,
regalándote la postal
de un culo celestial,
mientras desespera,
provoca
y espera.













Primero un pie,
después el zapato,
y gira one more time
para mirarte.

Desnudez decorada
con detalles de lencería,
un sombrero de copa
que ilumina
el rayo negro
de la corbata.

Que la agarra,
se la agarra,
se ahorca,
se la saca,
se inclina,
y te la ata.

Te paraliza,
te endurece,
monopoliza
tu dureza,
tu control
y tu entereza.

Dueña de vos,
reina de tu sexo,
diosa bailarina,
modelo de vitrina,
te controla,
hechiza,
somete
y te obliga.

Presa inocente,
víctima captura,
te abandonás
a sus órdenes,
embrujado,
perdido,
enamorado.

Una masa
de deseo
con forma de hombre.

Una presa
inocente,
excitada
y doliente,
que compadece
a tu Reina
y finalmente




te besa.

martes, mayo 26, 2009

Mimosa

Pobrecita mi amor... ¿estás mimosa y solita? Peeero nena!!... Una no puede costearse la soledad a esta edad... sí, ya sé que los chongos están caprichosos últimamente. Que son esquivos e inoperantes cuando quieren... pero va más allá de eso. Vos y yo lo sabemos, bombona. No te hace falta solamente una linda sacundida, una buena sesión de sexo salvaje con artefactos de cuero y orgasmos al por mayor. A vos lo que te falta, divina, son unos lindos mimos. Un poco de cariño en este desamoroso presente que nos toca vivir.

Vení, vení. Acercate. Dame un abrazo. Eeeso, ahí va... ¿mejor? ¿Un poquito? Sí, un poquito... ¿sabés, linda? No tiene sentido que te pongas así... o sea, sí lo tiene. ¿A quién no le ha pasado? Hoy en día es difícil encontrar el amor. Pero todas nos merecemos un poquito de amor, incluso las solteras. Sí, sí, sé que es difícil encontrarlo... pero bombona, cuando estés así... shhh cuchame... cuando estés así, triste, solita... necesitada de una migaja de amor... me llamás, ¿sí? Si sabés que hago cualquier cosa por vos...

En serio tontita... no te me hagas la tímida. Puedo hacer esto, ¿ves? Vení, apoyate en mi hombro... eso, tranqui... dejame acariciarte la mejilla y la oreja. Tenés un perfume tan rico, dulce y fresco a la vez. Me vicia la suavidad de tu piel... ¿te gusta? ¿Sí? ¿Un poquito, divina? Viste, te dije... los chongos serán mejores para el sexo porque tienen poronga, pero nosotras somos mejores para los mimos, ¿no?...
Vení, dejá... dejame callarnos un ratito. Dejame disfrutar de tu perfume y acariciarte el pelo. No, shh, shh... no hablemos más. Cerremos los ojos. ¿Sabés cómo me encanta tu boca de frutillas? Es ese humectante labial que tenés, me mata... besarte es como comerse un caramelo. ¿Me dejás, sí? ¿Querés? Tranquila... no desesperes. Acordate que esto no es sexo. Son mimos. Eso... Dejame mimarte el cuello con mi boca... dejame explorar tus rincones con mi lengua. Bebé, estás temblando, relajate... disfrutalo... así bajo por tu cuello a tus clavículas diminutas, sembrándolas de besos diminutos. Así deslizo tus mangas y juego con el bretel de tu corpiño, moridisquéandolo, lamiéndolo... Dejame seguir bajando, conocer tu escote, reencontrarme con tus hermosos pezones sonrosados, donde me detengo, calma, a disfrutarte. Para regalarte el mimo más suave en tu ombligo. Acariciar tu cintura de terciopelo es un regalo que Afrodita le dejó al mundo. Desabrocharte el pantalón es una la escalera al cielo. Mis manos te deslizan la bombachita y me encuentro en una laguna espesa de deseo. Me sumerjo, me zambullo, y te acaricio, divina, mis labios con tus labios, mi lengua con tu clítoris. Con todo mi paciencia te mimo bien suave, desesperada por dentro, controlada por fuera, para sacarte afuera del cuerpo todas las penas de amor, para que tu laguna se desborde en mi cara, para hacerte feliz.

Así que, ya lo sabés bombona... cuando necesites un poquito de mimos, sólo tenés que llamarme.

lunes, mayo 25, 2009

El abismo

Es difícil, muy difícil, lograr lo que lograste. Tenerme vibrando sin contacto, respirando con fuerza y los ojos a medio abrir. Tan cerca y tan lejos en la misma cama. La ropa se volvió una frontera inquebrantable entre mi deseo y tu voluntad. Mi piel, electrizada, lanzaba chispas de colores invisibles a tus ojos impenetrables. Me tenías regalada, entregada, absolutamente tuya para que tus brazos y su boca me poseyeran a voluntad. Pero cada segundo que pasaba te retificabas en tu distancia.

Sé que estabas tan excitado como yo. Podía sentir los gritos del aire a nuestro al rededor, alentándonos a dejarnos ir, entregarnos, proyectando mi propio deseo en el ambiente. Tu imponente dureza ponía a prueba tu fidelidad cada vez más cuestionada. A pesar de no sentirla, casi podía degustar tu erección incontrolable. Deseándola en mi interior, liberándome. Pero tus laberintos te mantenían a la distancia, y yo sufría por dentro y por fuera.

Así como estaba podrías haberme hecho acabar con tan sólo un beso en la clavícula. Estaba ante el abismo del orgasmo más hermoso. Creo que nunca había estado en una situación asi. Todos mis poros, mis milimetros dérmicos, cada terminación nerviosa de mi piel estaba directamente conectada a mi sexo. Presa de vos, te imploraba en silencio que por favor me tocaras, me liberaras de esta agonía previa inacabable. Creo que hasta susurré súplicas rebeldes a mi voluntad. Tus dedos apenas mimaban mi brazo, y yo me deshacía ante tus ojos. Pero yo sabía que no tenía esperanza. Algo había cambiado. Tus besos habían cambiado. Nunca es buena señal que los besos cambien.

Sin embargo, te incorporaste, y te acercaste a mí. Contuve la respiración y el tiempo se detuvo. No terminaba de adivinar si finalmente te habías abandonado a tus pulsiones eróticas, o si simplemente te habías apiadado de mi vibrante estado. Hoy creo que fue la segunda. Porque te acercaste, lento, paciente, y con una ternura inusitada empezaste a lamer mi cuello. Y el mundo colapsó. Exploté en un hongo atómico multicolor, gozosa, agradecida. Pero aún explorando mi escote te sentí controlado. Creo que fue un acto de piedad, cierto sentido de la responsabilidad te indicó que no correspondía no hacerte cargo de mi deseo, y cumpliste. Con lo mínimo indispensable, pero cumpliste.

Y de nuevo, la distancia. Con la entrepierna sumergida en un mar espeso de agradecimiento, te alejaste nuevamente. Comprendí que eso sería todo. Nos levantamos, nos miramos, y me dijiste que mejor era que te fueras. Acepté, triste, despedida. Y me abrazaste, confirmando mi certeza. Estabas más duro que una línea de cocaína haciendo efecto en un primerizo. Mientras disfrutaba del consuelo de sentirte, por un momento, a través de las ropas represoras, me pregunté cómo podías arrinconarte a vos mismo en tu propio laberinto. A lo largo de once años intenté ayudarte a buscar la salida. No me dejaste hasta ese día, no me ibas a dejar ahora.

Te acompañé hasta la puerta, y nos despedimos. Creo que por primera vez en la noche me miraste a los ojos por voluntad. Sonreiste, y me diste un beso divino, como los de antes. Y nos despedimos vaya a saberse hasta cuándo.


Lo que me molesta es haber tenido que tomar la decisión yo.


miércoles, mayo 20, 2009

La dignidad de las putas

Dicen que el oficio de abrir las piernas es la profesión más antigua del mundo. Podríamos especular horas enteras acerca de los motivos de tan importante título (cuestiones biológicas, culturales, sociales), pero hoy prefiero hablar de otra cosa. ¿Es la prostitución un trabajo, o no?

Existen hoy en Buenos Aires dos asociaciones que algutinan trabajadoras sexuales: AMMAR (nucleada en la CTA) y AMMAR Capital. Como podrán adivinar por sus nombres, la segunda es una fracción de la primera. La separación se dio cuando el debate acerca de considerar la prostitución como un oficio marcó irrenunciables diferencias. Como lo expresan las muchachas de AMMAR Capital,

"luego de profundos debates internos referidos a la validez de la figura de «trabajadoras sexuales» y la conveniencia de sindicalizar la actividad (...) [llegamos] a la conclusión de que si bien nuestra lucha era y es para mejorar y transformar las condiciones de vida de las mujeres en situación de prostitución, nuestra prioridad debía ser nuestra condición de mujeres excluidas socialmente."

Por su parte, las chicas de AMMAR (a secas) siguen sosteniendo la importancia de la sindicalización de las putas, en pos de luchar por mejores y más seguras condiciones de trabajo, como cualquier otra rama de trabajadores lo hace.

Este debate me parece oportuno e importante.

Personalmente, creo que es una realidad ineludible que la mayoría de las mujeres que se dedican a la prostitución hoy no lo hacen por elección, sino más bien porque no tienen otra opción. Estas chicas pertenecen a los sectores socioeconómicos más castigados de nuestra sociedad capitalista, donde el hambre y las necesidad básicas reinan como criterios casi únicos a la hora de tomar decisiones. Estas chicas no eligen ser putas, son otros los que eligen por ellas. Son quienes las condenan a nacer en hogares con necesidades básicas insastisfechas, sin acceso a agua potable, un sistema de salud efectivo y educación accesible. Los responsables de esto son muchos, somos todos: en tanto no se generen verdaderas políticas públicas de transformación socioeconómica que impida que haya niños y niñas muriéndose de hambre o enfermedades curables en el país, los responsables se encuentran en la "clase política"; en tanto nosotros, como pueblo, no ponemos el grito en el cielo y nos organizamos políticamente para dar la disputa, somos también responsables.

Yo entiendo, y sé y creo, que la mayoría de las mujeres que se dedican a la prostitución se ven empujadas a ella por estos factores económicos, sociales y culturales. Pero, sin embargo, hay mujeres que, teniendo otra opción laboral, eligen la más antigua. Por placer, por dinero, por las razones que ellas tengan, lo cierto es que (esto nadie lo puede negar tampoco) hay mujeres que eligen ser prostitutas. ¿Son la mayoría? Claramente no. Pero que las hay, las hay.

Es por esto que no estoy de acuerdo con la postura de AMMAR Capital. Tal como dije al principio, la prostitución es el oficio más antiguo del mundo. ¿Acaso estas mujeres creen que con la abolición de la prostitución por ley el ejercicio de la misma se va a terminar? Al contrario. El prohibicionismo se ha desmostrado a sí mismo como una herramienta incapaz de soluciones. Miremos el caso de la marihuana. ¿Acaso la penalización del consumo de la misma ha logrado algún avance en contra de los grandes narcotraficantes? Nada más lejos de la realidad: el prohibicionismo es el paraguas más fuerte con el que cuentan los grandes cárteles para seguir funcionando cómodamente.

Además... digo, ¿no? ¿Qué pasa con las chicas que sí eligen esa profesión como fuente de trabajo? ¿Quiénes somos nosotros o cualquiera como para impedirles ejercer el trabajo que desean? Este factor fuera de cuadro me violenta. La verdad, creo que quienes reclaman la abolición de la prostitución no sólo no las tienen en cuenta, sino que las desprecian. Detestan la idea de que una mujer pueda gozar con los beneficios de ser trabajadoras sexuales, como si el hecho de que un cliente le produzca un orgasmo a la prostituta es una ofensa contra la ontología misma del ser mujer. No les está permitido gozar con su cuerpo y su trabajo. ¡Eso es de putas!

Es innegable que, dada la antigüedad de la profesión, la demanda de sexo pago existe y segurirá existiendo siempre, sea aquella legal o no. Reclamar la prohición de su ejercicio sólo ayuda a los consumidores y perjudica a las trabajadoras, en tanto las corona como criminales, en lugar de mejorar sus condiciones laborales.

La solución al problema de las chicas que no eligen prostituirse, sino que se ven empujadas a hacerlo, no está en prohibir la prostitución. Está, como dije antes, en construir un modelo de país diferente donde nadie deba verse obligado a prostituirse si quiere comer. En tanto, considerar la prostitución como un trabajo es un primer paso para reclamar mejoras y derechos laborales. Como en cualquier otro gremio.

martes, mayo 19, 2009

Idea

Estoy harta de no conseguir laburo. Las entrevistas me estresan, las empresas de recursos humanos me violentan, e imprimir el CV sale cada día más caro. Además, siento que es una pérdida total de tiempo. Me cansé, me aburrí y me deprimí. Basta.

De modo que hace algunos días una idea empezó a dar vueltas por mi cabeza. 0% innovadora y original, pero idea al fin. Y, espero, rentable.

Dado que me dedico tanto a este vicio incontrolable y hermoso que es el sexo... ¿por qué no hacerlo por dinero? Si ya la paso bien abriendo mis piernas a desconocidos por amor al arte, ¿por qué no por amor al efectivo? Sin jefes. Sin horarios. Sin entrevistas. Y sin capacitación.

La primera cláusula de contrato conmigo misma es la siguiente: para todo chongo conocido hasta ahora, pasado y presente, los servicios se mantendrán gratuitos. Como agradecimiento y signo de dignidad, quienes ya hayan conocido mis rincones mantendrán sus beneficios.

También estuve pensando los precios. Claramente, una cosa es service completo, y otra una linda mamada. Hay niveles. ¿Por adelante, por atrás o por todos lados? Cambian los honorarios. ¿Y cómo contabilizar? ¿Por polvos o por tiempo?... Tendría que comprarme una agenda... u optimizar el Google Calendar.

Se me ocurrió también una especie de service VIP. El mismo permitiría tenerme a disposición durante una semana completa en el momento en el que el cliente lo solicite (salvo, claro está, que justo esté con otro/a). Este servicio, además de no tener limitaciones en cuanto a duración o polvos, cuenta con un extra: sé por experiencia que cuanto más me cojo a un hombre, más conozco sus gustos y preferencias, de modo que cuanto más nos descubramos, mejor la pasa. Certifico que los clientes recurrentes disfrutarán mucho más mis servicios que los esporádicos.



No sé, queridos. Más lo pienso, más me cierra.

¿Ustedes qué opinan?

lunes, mayo 11, 2009

Manual del chongo perfecto

A esta altura del campeonato nadie pone en duda que el sexo regular, seguro y de calidad es un derecho humano básico. Si usted, caballero, desea mantener una relación puramente erótica con alguna dama, le recomiendo lea y siga estas instrucciones: si las respeta, no dude en que ella apuntará su teléfono en la mágica libreta roja de los chongos, y recibirá llamadas periódicas hasta que se aburre o se enamore.
Vale aclarar que este sería un tipo ideal weberiano del chongo perfecto. De hecho creo que ninguno de los propios cumple con todas las cualidades, y no por eso dejamos de coger. Dicho esto, pasemos a enumerar:
  1. No te la creas. Defecto recurrente en chongos potenciales que impide cualquier tipo de frecuencia amatoria y tenidas en cuenta lo sábados a la noche. La soberbia de los papafritas que creen que cuando una mujer abre sus piernas entrega su corazón es desmotivante e improductiva. Man, aceptalo: sos un objeto sexual. Podés tener un montón de otras cualidades, pero un chongo es una persona al rededor de un pene. Los que se creen robacorazones suelen borrarse después del primer polvo porque creen que estamos enganchadas, cuando en realidad girls just wanna have fun. No sos Don Juan, cariño. Y menos con esa actitud.
  2. Ponele onda. Los chongos paja son una paja. Si los viernes te vas a dormir a las 22hs no me cierran los números. Copate, respondé los mensajes, acercate al barrio. No da que te dé paja coger. Si hasta te pago el telo, papi. ¿Qué más querés? ¡Ni siquiera te estoy cobrando!
  3. Usá la cabeza (de arriba) que para algo la tenés. Díganme exigente, pero si no puedo ni comentar el partido del domingo porque sos demasiado hippie para mirar fútbol estamos en problemas. No da terminar hablando de tu novia porque es lo único que tenemos en común.
  4. Disponibilidad horaria. Las agendas recargadas dejan poco tiempo para el sexo. Dado que la mía está apretada como conchita virgen, coparía que la tuya sea menos exigente. Así, si tengo un ratito libre, como vos estás al pedo toda la semana es más fácil pedir el service.
  5. Tené sentido del humor. Un polvo aburrido satisface, pero no en plenitud. Digamos que calma las aguas hormonales, pero no me enriquece como mujer. Hacerme reir es el ingrediente mágico para que te vuelva a llamar.
  6. No tengas novia. Ahorra problemas éticos y operativos. Nada de no mensajear por si se le arma bardo, tener que verse los martes a la noche y problemas de ese estilo. Be single, and stay that way! Gran tragedia femenina cuando un chongo regular se enamora de otra.
  7. EXTRA POINT: Tener auto. Ay, denserio me pasás a buscar?? Sos lo más de lo más de lo más.

PD: Contrariamente a la creencia establecida, no es indispensable coger bien (menos aún tenerla enorme). A veces un chongo suma tanto en su forma de ser y de hacernos ser que el sexo es lo menos importante. Suele pasar con amigos muy cercanos que también disfrutan de las sábanas de una. Ahí lo importante es el abrazo, dormir desnudos pegaditos, los besos cariñosos. La compañía y ternura de la confianza termina siendo, como el sexo, otro derecho básico no restringible a las chicas con novio. Las solteras también necesitamos mimos.

viernes, mayo 08, 2009

Las cosas que voy a extrañar

  • Sentirme más yo que nunca cuando me entendías
  • Acariciarte la nuca mientras manejás
  • Tus abrazos de oso pardo doméstico
  • Las sorpresas entre las sábanas
  • Tus ojos verdes
  • Tu infinita paciencia e interés por todas las boludeces que hablo sin parar
  • Tu olor a hombre
  • Tu cuerpo moldeado a mi cuerpo
  • Provocarte orgasmos a voluntad
  • Tus mimos
  • Tus dudas, tu confianza y tu emoción
  • Tu amor

lunes, marzo 30, 2009

Carta que me mandó un lector imaginario para ayudarme a escribir

Siéntese, querida. Prenda la computadora. Respire la paciencia de su Windows XP anciano y rengo. Abra el explorador. Inicie sesión.

Chequee los mails, todas las casillas. ¿Sin novedades? Entre a Facebook, haga algunos quizzes, pierda el tiempo en alguno de sus juegos favoritos. Vaya a su perfil. Nada. Nueva pestaña, entonces. Sin firmas nuevas en el flog, sin nuevas actualizaciones en el Google Reader. Nadie interesante conectado al MSN. Definitivamente no le quedan muchas opciones. O apaga la PC, o se pone a escribir.

Se pregunta qué. Y por qué. Quisiera tener algo que escribir. Algo nuevo que contar, de una forma nueva y buena. Con buen timing, desarrollo, personajes, y un final sorprendente. Pero todo lo que encuentra en su imaginación es un reciclaje desordenado de ideas viejas con olor a bombacha sucia. Indígnese. Escarbe en su interior de amante de las letras y tejedora de cuentos con punto de macramé. Algo tiene que haber. Algo tiene que encontrar.

Recuerde. Usted estaba llena de sueños. Un blog donde la dialéctica entre autor y narrador desdibujara un tercer elemento sintetizante y autónomo que reflejara su persona como la luna refleja la luz del Sol. Un sueño con cinco caras en cinco días, con cinco historias que se conocían, independientes y entrelazadas por la teoría de los seis grados de separación. ¿Qué ha hecho con ese sueño? Nada. Como con la mayoría de sus ideas, y su potencialidad, lo ahogó en el abandono cibernético y real. Hágase un favor, quiere. Deje de preguntarse a dónde van las horas que no disfruta. Deje de sonreir ante proyecciones futuras de un yo sin neurosis y con diez kilos menos. Si sigue soñando así, se pasará la vida en sueños. Vea, esto va con todo el amor que le tengo. Usted sabe que no le deseo mal alguno. Hágase el favor, préndase un pucho y piense. Dése cuenta que no es tan difícil. Usted ya lo ha hecho antes. Es sólo cosa de volver a empezar.

Si al fin y al cabo, usted ya sabe lo que quiere hacer. Sólo le falta hacerlo. Sea valiente, Porte. Yo confío en usted.