miércoles, agosto 12, 2015

The wake

Debo admitirlo. Había olvidado qué es el amor.

He andado perdida entre sábanas manchadas y fantasías desinteresadas. Vagabundié entre los hombres, como una sombra roja y perfumada, eligiendo, capturando, engulliendo. Como una vampiresa sedienta y despreocupada, dejaba lagos de sangre sobre los adoquines, olvidaba a mis víctimas y me entregaba a mis victimarios durante una noche. Me emborrachaba de sexo, para luego anotar un teléfono en la agenda del celular que sabía que no iba a volver a buscar. Ni él a mí.

No uso mis metáforas inocentemente. Realmente andaba en esa. Y me satisfacía. Aunque dentro mío hubiera un pequeño agujero negro que lentamente me consumiera, había decidido no prestarle atención. ¿Qué otra cosa podía hacer? Había dejado al amor de mi vida, había conocido Europa y mi carrera universitaria recién iba por su primer año. Ya encontraría el amor. O no. Pero no era motivo de preocupación.

Esto fue hace ya más de un año y medio. Desde entonces mi vida sexual floreció y muchas cosas cambiaron. Pero algo se mantuvo constante. Seguía sin reencontrarme con el amor.

Tanto tiempo pasó, que lo había olvidado. Me encerré en mi sexualidad y en mi autoconstruida madurez. Para luego encapricharme con Y., y derrumbar mi autoestima. Me engaché tontamente, estúpidamente, de esa forma estúpida y dañina que tenemos las mujeres de engancharnos a veces. Salí muy maltrecha de esa relación. Aunque, eso sí, sólo una vez tuve mejor sexo en mi vida que con Y. Pero, si no me amaba... ¿de qué me podía servir?

Mi confianza en los hombres se vio, entonces, reducida a cero. "No espero nada de ellos", me convencí. Como si eso fuera a protegerme de las decepciones. Hace poco entendí que por más que no espere nada, pueden decepcionarme (y lastimarme) igual. Incluso más profundamente. Porque si buscara algo real, no me metería en las cagadas que me estaba metiendo. Ni me interesaría por los pelotudos que me suelo interesar.

He estado pensando mucho en esto. ¿Por qué sigo sin conocer a un hombre que me enamore? ¿Acaso pido mucho? ¿O demasiado poco? ¿No será, simplemente, que he olvidado lo que es el amor...?

***

Hace un tiempo que mi viejo amor volvió a asomarse en mi memoria. Fue calando rendijas en la pared de titanio que recubría sus recuerdos. De repente me encontraba hablando de él, o pensando en él. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué hacía ÉL ahí? ¿Quién lo llamó?...

Hace un año que no lo veo, y sus noticias son ecos que recolecto entre amigos en común. No desperdicio oportunidad de preguntar cómo está. Eso sí, nunca a él...

El otro día chateando con una amiga se lo confesé. Me preguntó si nunca había tratado de contactarme con él. Le conté que hacía un tiempo le había mandado un mail y no había recibido respuesta. Para probarlo, entré en mi bandeja de enviados y empecé a buscar el mail.

No lo encontré.
Me desesperé.

Comencé a revisar correo por correo, convencida, convencidísima como estaba de que lo había mandado. Todo fue inútil. No estaba.

Pero en su lugar, encontré el mayor tesoro que puede haber.

Allí estaban, ordenaditos, todos los mails que nos mandamos mientras fuimos novios.
Mientras tuvimos ese amor incandescente que me hizo arder durante un año y medio sin parar ni un segundo a respirar. Fue tan simple que hoy me asustaría sentir algo así. Sencillamente lo supimos. Caímos rendidos de rodillas ante el otro, nos abrimos todas las ventanas y nos derribamos todos los muros. La luz ardía en mi corazón que no era mío sino suyo; en mi vida que no era mía, sino nuestra. Nos admirábamos y confiábamos, nos abrazábamos sin darnos cuenta.
Incluso nuestros sobrenombres cariñosos (esos recubiertos de almíbar) eran sólo nuestros. Y de nadie más.

Me pasé una noche en vela releyendo todos los correos. Incluso los de después de terminar, que dejaron un sabor amargo en la retina. Pero que aún así, no pudieron volver a dormir a algo que se había despertado. No pudo callar al amor, que volvió a gritar adentro mío; que volvió a moverse, a electrizarse, a bombear mi corazón.

Y recordé.

Recordé todo junto.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Nena creo que a todas alguna vez nos hacemos todos esos tipos de cuestionamiento. Dicen por ahi.. hablando del amor... que nosotros conocemos a 3 tipos de personas en nuestra vida...

1. El AMOR DE NUESTRA VIDA
2. La persona de la cual nosotros somos el amor de su vida.

y ..

3. LA PERSONA CON LA QUE TE VAS A CASAR...

que tal???

te adoro
te mando mil besos.

Capa con las letras!

Anónimo dijo...

Debo decir que no parece que tengás 21 años, sino muchos mas, no solo por lo que sentís sino por como lo escribís.
Yo por mi parte, a veces encuentro el amor de nuevo, en sueños. Un sensación tan cálida, límpida, gloriosa, que te hace feliz de solo sentirla. E intentás aferrarla y no perder esa sensación cuando las capas de la conciencia empiezan a cubrir tu percepción. Pero finalmente se va, dejando solo un recuerdo y cierta melancolía.
Maldita vigilia.
Solo espero el día de poder sentir eso despierto. Y ese día si, comienza el resto de mi vida.
Un besote.

Giselle dijo...

Todas fuimos la que absorbe, conquista, sino lo fuimos lo seremos ... y siempre volvemos a pensar, querer ser abrazadas con amor y hacer el amor.

Clavo de Olor dijo...

Muy lindo tu relato de la vigilia.

"build up"
A pesar de que hoy, en teoría, hablás de una ausencia, hay algo en el ritmo del texto que me recuerda la lógica de un encuentro sexual: tensión reprimida durante un año, comentarios aislados que incrementan el deseo, búsqueda del mail y desencuentro, noche completa en contacto con (leyendo a) el otro, descarga final cuando el amor vuelve a bombear, cuando "recordé, recordé todo junto".

Oscar dijo...

Tal vez dentro de muchos años valores lo importante que es haber estado en ese lugar tan joven.
A algunos nos llegó muchísimos, muchísimos años más tarde. Demasiado tarde, quizás.
Y a otros no les llega jamás. Me arriesgaría a decir que a la mayoría.
En esos casos, nos aferramos a lo que hay. Que no está mal. Pero en el fondo uno sabe y presiente que el amor debe ser más que eso.
Good 4 U.

Anónimo dijo...

hola, vos no ten�s 21 ni en pedo. pero esta bueno tu blog.
slds.

Anónimo dijo...

uff...Hace un tiempo que vengo tratando de discernir qué es el amor...no sé si es que lo olvidé...o nunca lo supe...
espero alguna vez "recordar todo junto"...o encontrar a quien me enseñe...
Esta mujer no se resigna...aunque hoy esté triste...
Saludos.

Porteñita Secreta dijo...

paloma*;: El primero lo conocí. O al menos aún nadie lo ha superado. El segundo, puede que también. Y el tercero... afortunadamente no. Pero quizás no llegue nunca. No creo que me case con nadie que no sea el primero... :) Ah, y qué quiere decir "capa con las letras"??

guillo: Precioso comentario. Es importante recordar el amor, aunque sea en sueños, si queremos seguir vivos...

giselle: Eso dicen... gracias, bombona, y bienvenida ^_^

clavo de olor: Finalmente hago un post que no es sobre sexo, y encontrás una estructura erótica en el relato!... Jaja, qué terrible, tendré que contárselo a mi psicoanalista...

oscar: La verdad, nunca lo había pensado. Es cierto. Aunque tiene una contraparte. ¿Acaso pasaré toda mi vida anhelando aquél amor de juventud?...

catu: Creéme que sí. Nací el 29 de julio de 1986. Lo juro!...

(((ele))): Es cierto. No me resigno. ¿Para qué vivir resignada?... Deseo vivir mi vida aprovechándola al máximo...

Enseñame_a_Aprender dijo...

habra entonces que enviar ese mail que se creyo haber enviado...
no le parece ???

y sentarse a esperar....

Diganmelon dijo...

Porteñita :
Permitame disentir un poco con usted, esta vez.
Si bien no me encuentro en su persona (lo cual sería imposible desde la lógica actual y absolutamente imposible desde las leyes generales de la física)
Me ha pasado, y me pasa, algo parecido a lo que reflejan sus líneas.
No se si es sentir el amor otra vez. En realidad muchas veces, en mi caso, trato de escaparme de esos recuerdos que tan bien describe usted en su post. Nunca más he podido nombrar a nadie con esos ridículos apodos que usaba con ella. Y lo peor es esa cotidianeidad de convivir con espacios, libros, ropa, fotos, olores…….que transforma a todo en una remembranza perpetua y no deja pasar.
Los brasileños, tienen una expresión que sacaron del galego y que le dieron un sentido único a eso que nos pasa cuando uno se queda como un pelandrún mirando embobado un papelito que era la entrada usada enosequelugar cuando estuvimosenosequefiesta cuando estábamos tan bien y….. No se que nos pasó. No es una tristeza profunda , pero es persistente y desgarradora.
Por eso me parece que, por lo general, tener noticias de la otra persona no ayuda.
En realidad nunca ayudan..
Sobre todo cuando te hacen recordar lo que pudo ser y no fue.
Siempre hay demasiados “y si hubiera pasado ……”, “ Si hubiese entendido..” Si no hubiera …..” Demasiados “Si” demasiados Condicionales para algo que se suponía incondicional. Demasiado futuro perfecto para una relación que quedó en un pretérito , desgraciadamente, perfecto. Con un presente simple. Muy simple…..
simplemente no está más…

ADN dijo...

muy lindo. El recuerdo es algo para siempre. Y de cada historia se aprende, y en las que hay amor y sufriemiento posterior, se aprende mucho más-

Porteñita Secreta dijo...

enseñame_a_aprender: No sé si ya da que le mande el correo. Por ahora, estoy esperando a ver si me lo cruzo en MSN. Pero aún no sucedió...

diganmelon: Es tan cierto y triste lo que dice. Pero aún así disiento un poco. Es cierto que ya no está, y que no hay futuro perfecto. Pero yo no pienso en el "qué hubiera pasado si". Yo no me arrepiento de las decisiones que tomé. En su momento, fueron las correctas. Simplemente quisiera volver a tenerlo, un poquito, en mi vida. Lo amé mucho, aún le quiero desde el recuerdo. Es una gran persona, y no dudo que será un gran hombre algún día. Un hombre que vale la pena tener en mi vida, aunque no sea como mi amor, al menos de una forma menos protagónica. Pero un mínimo contacto. Algo...

adn: Se aprende si estamos dispuestos a aprender. Yo siempre lo intento, pero no sé si me sale bien...